Las cajas de cartón que llegan a nuestros hogares pueden tener cuatro destinos. El primero es el de ser recicladas en el el contenedor azul. El segundo es el de ser reutilizadas como cajas para guardar cosas. El tercero es el de usarlas para mandar cosas. Y, finalmente, pueden servir como cajas de regalo.
Vamos a centrarnos en esta última utilidad, las cajas de cartón reutilizadas como cajas de regalo. Habitualmente cuando vamos a hacer un regalo pensamos en envolverlo en algún papel más o menos original de los que venden en las papelerías. Pero ¿porqué no hacer un esfuerzo de imaginación y reconvertir una caja de cartón en una parte del regalo?
Es evidente que no todas las cajas que recibimos son apropiadas para este uso. Las que estén estropeadas, humedecidas o chafadas mejor llevarlas a reciclar. Para empaquetar regalos hemos de seleccionar cajas que estén en buen estado y tengan un tamaño apropiado a lo que van a contener. Sin olvidar que pueden ser bastante mayores que lo que vayan a contener para crear un factor sorpresa en el que va a recibir el regalo. En este caso tendremos que pensar el relleno.
La importancia del relleno
En el caso que nos ocupa el relleno tiene un doble protagonismo. Por un lado evitar el movimiento dentro de la caja del regalo y también protegerlo de roturas. Por otro lado un relleno puede ser algo bello que realce el contenido.
Hay muchos tipos de rellenos en el mercado y otros que podemos crear nosotros. Veamos algunos ejemplos:
– Globos. Se puede hinchar globos de colores que no sean muy grandes y que actúen como amortiguador. Si además pudiéramos llenarlos con helio, al abrir la caja saldrían volando creando un efecto ciertamente sorprendente.
– Virutas de papel. En muchos hogares hay máquinas trituradoras de papel. Podemos coger papeles de colores y cortalos a tiras. También podemos escribir mensajes en las tiras de papel.
– Papeles de periódico. Para hacer un regalo de cumpleaños podemos buscar papeles de periódicos y revistas con buenas noticias que hayan ido apareciendo en el último años y hacerlos servir de relleno. Esto implica bastante trabajo (desgraciadamente las buenas noticias no abundan) y, sobretodo, planificar el regalo de un año para otro.
– Rellenos industriales. Si no queremos trabajar demasiado, en el mercado hay todo tipo de rellenos, Desde trozos de porexpan, hasta cartón ondulado, virutas de madera, plásticos de burbujas o papel kraft.
Decorar la caja
El otro gran reto es hacer que nuestra caja tenga una fuerte personalidad ya sea mediante papeles pegados o pinturas. Aquí ya depende mucho de la característica del regalo, de a quien va dirigido, y de la imaginación y lo manitas que sea quien vaya a hacer el regalo.
Antes de ponernos manos a la obra hemos de pensar también cómo vamos a cerrar la caja (cinta, cuerda…) y cómo vamos a integrar el sistema de cierre con la decoración que tengamos pensado hacer.