“Frente la contaminación del mar, hemos de cambiar nuestros hábitos, Esto es lo que vamos a hacer. El próximo uno de enero seremos uno de los primeros países en dejar de usar los envases de plástico en el transporte de frutas y verduras”. Con este anuncio realizado por Emmanuel Macron el 3 de septiembre de 2021 a través de su cuenta oficial de Twitter, el presidente francés pone a su país a la cabeza de una reivindicación altamente demandada por el movimiento ecologista.
La ley francesa de anti-desperdicio y por una economía circular se publicó el 11 de febrero del 2020 en el Diario oficial francés, poniendo fin a un largo proceso de debate y concertación que había empezado en octubre 2017.
Que Francia deje de usar envases de plástico para el transporte de mercancías es, sin duda, una buena noticia. El plástico y sus derivados son responsables de buena parte de la contaminación de las aguas, tanto dulces como saladas. La imagen de inmensas “islas flotantes” de plásticos en los océanos o de residuos plásticos en los estómagos de todo tipo de animales marinos es algo con lo que hay que acabar lo más rápido posible y los gobiernos son los responsables de que esto se haga.
Según afirmó la ministra francesa de Transición Ecológica y Solidaria, Elizabeth Borne, la ley es un texto ambicioso que pretende transformar la sociedad de producir-consumir-tirar hacia una lógica circular. El texto incluye más de un centenar de medidas que afectan a acciones cotidianas de los ciudadanos franceses, siendo uno de sus principales objetivos el fin del uso del plástico de un solo uso antes del 2040.
La prohibición que ha revolucionado al sector hortofrutícola francés entrará, por su parte, en vigor el 1 de enero de 2022. A partir de esa fecha, todos los comercios detallistas que vendan frutas y hortalizas sin transformar en Francia deberán hacerlo sin ningún tipo de acondicionamiento a base de plástico.
FX Sanmartí fabricá cajas de cartón para el transporte de frutas y verduras en grandes cantidades y con entrega inmediata.
Esta prohibición afectará, no solo a los productores franceses, sino a todas las empresas que quieran comercializar frutas y hortalizas en Francia, y por tanto a las españolas. España exporta a Francia frutas y hortalizas por valor de más de 3.000 millon es de euros al año, ya que el país galo es el segundo destino de nuestras exportaciones, solo por detrás de Alemania.
Ante esta situación, los envases de cartón ondulado son la alternativa más limpia y sostenible, a la par que económica, para eliminar totalmente el uso de envases plásticos. Son económicos, adaptables a cualquier necesidad y, sobretodo, totalmente reciclables.