¿Cómo afecta la escasez de papel a la industria editorial?
Hemos visto estos días en la prensa que el precio y la escasez de papel ponen al sector editorial en alerta. Las editoriales se están encontrando sobre todo dos problemas importantes: el aumento de precio del papel y la ampliación de plazos de entrega. El mundo del libro sufre la escasez, en este caso de papel y en especial del llamado cartón gris –el empleado para los libros de tapa dura–. Hay mucha demanda y hay que hacer frente también al aumento del precio de la electricidad.
El papel es una materia prima muy asociada a la pandemia debido al boom de comercio internacional, con todo tipo de productos transportados en cajas de cartón.
Además de cajas de cartón, con papel se fabrican también los libros, una industria favorecida en la pandemia por el aumento de los hábitos de lectura, pero que ahora empieza a preocuparse con la falta de papel disponible. La creciente demanda del packaging, afecta a editoriales pequeñas, pero también es responsable el aumento del coste de energía en toda la cadena de producción.
¿Cuál es la dimensión del problema?
El problema se agudiza en editoriales pequeñas: no pueden asumir pedidos rápidos que durante los últimos años han supuesto una fuente importante de ingresos. Tanto desde el sector gráfico como desde el sector editorial se reconoce que el problema es coyuntural y se espera que la situación se reajuste en cuatro o cinco meses. Las editoriales más débiles se muestran procupadas porqué al aumento del papel, se añade el incremento del precio de la energía.
Los datos de 2020 muestran como la fabricación de cartón ondulado creció un 5,1% (el papel higiénico un 3,2%) mientras que la producción de papeles producidos por la industria gráfica responsable de transformar el papel en libros, descendió: la competencia ha aumentado, y eso también afecta al precio del papel
“Es un tema meramente coyuntural relacionado con una fuerte demanda que ha venido de golpe y que no es solo de libros, sino de otro tipo de impresiones del tipo packaging”, opina Patrici Tixis, presidente de la FGEE (Federación de Gremios de Editores de España).
Editoriales, como Planeta, no se muestran afectadas ni preocupadas: pese a que la industria gráfica confirma que no puede atender peticiones nuevas más allá de los compromisos fijados con antelación.
¿Afectará al suministro y precio de los libros?
No, simplemente son retrasos en las novedades editoriales o reducción del número de ejemplares. Para el consumidor no supondrá graves trastornos en la oferta, ni desde luego ningún tipo de desabastecimiento. Es posible que ocurra algún aumento a medio plazo, pero ningún sector económico se libra de la escalada frenética del precio de la luz. “La energía se nos ha multiplicado por dos en un año y eso tiene una repercusión en el precio de venta”, apuntan desde la industria gráfica.
Una ironía: Amazon, cada vez más poderosa en la venta de libros, es también el gran impulsor del consumo de cajas de cartón para el comercio electrónico. Es decir, contra más libros vende, más baratos los compra a las editoriales, que a la vez los producen a mayor coste porqué el consumo de cajas de cartón del packaging de Amazon aumentó los precios.
El libro, de momento, sale inmune de la pandemia. El aumento de tiempo de ocio en el hogar se ha traducido en mayor tiempo de lectura y más ventas.