Que el cartón es un material resistente es algo que no nos cansamos de recordar en este blog. Que convertido en caja de cartón es ideal para proteger y salvaguardar lo que contiene también lo repetimos a menudo. Pero lo que nos sorprende hasta a nosotros es que un edificio de cartón, levantado hace 106 años en mitad de la montaña, siga en pie.
Hace 106 años en la Vall Fosca (Pallars Jussà, Lleida) 4.000 trabajadores de la empresa Energía Eléctrica de Cataluña (EEC) construían la presa de Capdella. Durante la realización de la obra se producían muchos accidentes laborales y, como el centro médico más cercano, se hallaba a 40 kilómetros por un carretera poco transitable, la empresa decidió levantar un hospital allí mismo para atender a los accidentados.
La empresa construyó un edificio efímero, pues tan solo tenía que funcionar mientras durasen las obras. Para ello adquirió uno prefabricado a la empresa Christoph & Unmack. Se trataba de una construcción que llegó por piezas (de madera y de cartón) y que una vez en su lugar se montaba rápidamente. Algo así como si fuera un edificio Ikea.
La empresa alemana Christoph & Unmack a la que se adquirió el hospital fue la más importante de Europa en la construcción de edificios prefabricados a principios del siglo XX. Diseñó importantes construcciones repartidas por Europa y por las que recibió numerosos reconocimientos y premios internacionales. Sin embargo de todas aquellas construcciones, la mayoría levantadas en grandes ciudades, no queda ni rastro. De ahí la gran importancia que adquiere el hospital de cartón de la Vall Fosca. Se trata de una construcción industrial única que ha sobrevivido a las duras inclemencias meteorológicas de esta zona de Catalunya a pesar de estar fabricado con cartón.
Una vez finalizada las obras nadie se ocupó de desmontarlo y a lo largo de los años acabó siendo utilizado como almacén e, incluso, como refugio, lo que seguramente explica que se haya mantenido en pie.
Se trata de una construcción sencilla que consta de un entramado de madera de 5 centímetros, y unas paredes formadas por paneles prefabricados de cartón de un metro y dos centímetros de grueso, resistentes a la intemperie gracias a un tratamiento específico con pinturas y barnices. El techo está fabricado con los mismos materiales, cubierto con tejas de fibrocemento.
En la actualidad se está estudiando a fondo cómo proceder a su rehabilitación al tratarse de un caso muy singular, único en Europa.
Més información: http://mnactec.cat/revista-eix/lhospital-de-cartro/