El cartón cada vez tiene más aplicaciones. Si pensamos en las más habituales, lo encontramos en todo tipo de cajas para transportar mercancías, en expositores… Pero de vez en cuando las múltiples y grandes cualidades de este material son capaces de sorprender a cualquiera.
Uno de los usos del cartón que llama la atención son los ataúdes de cartón dirigidos a quienes desean respetar el planeta, incluso después de su fallecimiento. Estos ataúdes son una alternativa totalmente ecológica a los tradicionales fabricados en madera. Y mucho más económicos. Además pueden personalizarse y pueden ser utilizados tanto en entierros como en cremaciones.
Al no llevar ni ceras, ni barnices, ni herrajes, estos ataúdes son mucho menos contaminantes que los clásicos. Además si tenemos en cuenta que para fabricar cinco ataúdes de madera hay que talar un roble de 80 años, con la utilización de cartón se evita que cientos de árboles tengan que ser talados cada año.
Entre sus muchas otras ventajas tenemos que son plegables, ocupan poco espacio de almacenamiento y son fáciles de montar sin herramientas. Además pesan poco lo cual reduce enormemente el coste ambiental y económico del transporte.
Están pensados para resistir pesos de alrededor 125 kilos.
La gran versatilidad que ofrece este material ha hecho que estos ataúdes cada vez se parezcan más a los tradicionales, aunque al ser de cartón el precio pueda ser hasta 10 veces menor. Un simple vistazo a los catálogos de empresas de ataúdes de cartón como la francesa Eco-Cerc nos muestra la calidad y variedad de los mismos. Sus ventajas son tan evidentes respecto de los de “toda la vida” que lo más probable es que en pocos años acaben convirtiéndose en los ataúdes más habituales.
En el marco de la industria funeraria no podemos olvidar las urnas para cenizas que cada vez más están fabricadas con materiales biodegradables.