La huella de carbono (carbon footprint) se conoce como “la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto”.
La FEFCO (Federación Europea de Fábricas de Cartón Ondulado) ha hecho público un comunicado en el que informa que el sector europeo de fabricantes de cartón ondulado ha conseguido reducir una vez más, y de manera sustancial la huella de carbono (carbon footprint), en concreto un 11% en los últimos tres años.
La huella de carbono se refiere el impacto de carbono en el ciclo de vida completo del envase de cartón ondulado, teniendo en cuenta las emisiones de gases de efecto invernadero, fósiles y biogénicos, y las emisiones del cambio directo del uso de la tierra.
Tras aplicar importantes mejoras metodológicas y utilizando la base de datos ambientales europea actualizada a 2018 por FEFCO y CCB (CEPI-Containerboard), se ha obtenido como resultado una huella de carbono de 538 kg de CO2 fósil equivalente por tonelada producida de envase de cartón ondulado en el año 2018.
La FEFCO obtuvo los datos para la producción de papel y cartón y la conversión en cajas de cartón ondulado de la Base de datos europea de estudios de ciclo de vida del tablero de cartón ondulado de 2018. El resultado de 2018 refleja mejoras significativas en la metodología, y no es apropiado compararlo con las cifras de años anteriores. Sin embargo, si el impacto del carbono en 2018 se calcula utilizando la metodología aplicada anteriormente, el resultado mostraría una mejora del 11% para 2018 en comparación con el 2015.
El embalaje de cartón ondulado tiene dos atributos positivos únicos:
- Se basa en una materia prima renovable, utilizando como punto de partida la capacidad de los bosques para capturar CO2.
- Al reciclar el embalaje usado en papel y cartón nuevo, retrasa el retorno de este CO2 a la atmósfera.