El concepto “gestión forestal” hace referencia al manejo de los bosques cultivados por la industria papelera con el fin de que mantengan su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración y vitalidad y, al mismo tiempo, sirvan para satisfacer las necesidades económicas, sociales y ecológicas de la sociedad. No sólo las presentes, sino también las de las futuras generaciones, a escala local, nacional y global.
Las 430.000 hectáreas de plantaciones de bosques destinadas en España a producir madera para fabricar papel fijan unos 50 millones de toneladas de CO2 equivalentes al año. El incremento anual de CO2 almacenado es de 2,6 millones de toneladas.
Las plantaciones de pino y de eucalipto están continuamente regenerándose y replantándose. Al ser especies de crecimiento rápido, registran una productividad muy alta: ocupan sólo el 6,7% de la superficie forestal arbolada y proporcionan el 57% de los aprovechamientos anuales de madera para todos los usos.
En 2008 estas plantaciones daban empleo a 14.558 trabajadores (3.640 directos, un 2,8 menos que en 2007, y 10.918 indirectos, un 0,7 más que en 2007).
El CO2 almacenado ascendía a 49,8 millones de toneladas de carbono equivalente en el 2006 (últimas cifras disponibles), con un incremento del 5,5% con respecto a 2005.
El compromiso del sector de fabricantes de cartón con la certificación forestal es claro: en 2008 tenían ya certificada su cadena de custodia el 100% de las plantas de celulosa, el 87% de los proveedores de celulosa y el 54 % de los proveedores de madera.
Nuevas leyes como la que obliga a utilizar bolsas de papel de los supermercados, ayudan a mantener el compromiso de los fabricantes de cartón con el medio ambiente.