Las cajas de cartón tienen algo de misterioso, mágico. Se fabrican para contener un objeto determinado, con un tamaño y una forma. Pero una vez cumplida su misión primigenia, las cajas de cartón tienen segundas, terceras y hasta más vidas. Pueden ser recicladas para muchos otros usos y, al final ser recicladas para reiniciar el ciclo. Pueden usarse para guardar cosas, para realizar otros envíos e, incluso para que niños o animales de compañía jueguen con ellas.
Otra de las grandes ventajas de las cajas de cartón es su ductilidad. Como muestra el video, aunque una caja haya sido fabricada con una forma y un tamaño determinado, con imaginación, un lápiz y un cúter la podemos adaptar para que pueda tener una segunda oportunidad.